La enseñanza de la Lengua como disciplina didáctica no es
tarea fácil, pues no puede limitarse a la transmisión de unos conocimientos
sobre la misma o una transmisión de valores, sino que ha de desarrollar una
capacidad innata, la capacidad de hablar y de comprender mensajes verbales. En
el desarrollo de este proceso de enseñanza-aprendizaje intervienen de manera
decisiva factores de carácter cognitivo y factores ambientales.
El aprendizaje de la Lengua, en gran medida, no va ligado al
esfuerzo o al entrenamiento, como sucede en el aprendizaje de otras disciplinas
o en el dominio de ciertos conocimientos; adquirir una competencia lingüística que permita el
desarrollo de otras capacidades cognitivas y habilidades sociales exige un
proceso en las facultades intelectivas : comprender, analizar, expresar,
comunicar. Para la adquisición de esta competencia, la Didáctica de la Lengua
es un instrumento en sí misma, pues su objetivo va más allá del conocimiento de
la propia materia; es decir, aprender lengua en la enseñanza Primaria significa
aprender bien a escuchar, a hablar, a leer y a escribir, para poder conocer,
tener ideas propias, criticar y valorar otras posturas, relacionar sucesos y
pensamientos, abstraer conceptos…Y dado que estos objetivos son tan generales y
por ello tan básicos para el desarrollo intelectual y social de una persona, la
Didáctica de la Lengua ha de diversificarse en múltiples contenidos, en
múltiples formatos de comunicación y en múltiples facetas instrumentales y
metodológicas que permitan un avance en el desarrollo lingüístico del niño y,
como consecuencia, en su desarrollo cognitivo.
La literatura como arte es una manifestación cultural de
gran relevancia para el aprendizaje lingüístico, conceptual, sociológico,
histórico, antropológico y estético. No solo es una fuente de conocimiento muy
heterogénea, sino que además favorece el desarrollo personal y la formación
humanística y es una fuente de placer enriquecedora de muchas facetas humanas.
En estas primeras etapas de formación escolar, la Literatura
se estudia desde un punto de vista funcional:
a. Se
introduce a los niños en el mundo de la literatura para fomentar en ellos el
hábito lector;
b. Se
estudian los textos literarios con el objetivo de conocer otras posibilidades
expresivas del lenguaje y la codificación del mensaje literario.
Integración de la enseñanza de la Lengua y
la Literatura
La integración de la Lengua y la
Literatura como única área de estudio supone a su vez: estudiar la literatura
como un tipo de comunicación de codificación esencialmente verbal para cuyo
conocimiento y disfrute es necesario dominar la lengua que le da forma y
contenido; y estudiar la lengua también a través de mensajes literarios
Tradicionalmente se ha enseñado,
por una parte, Lengua, y por otra parte, Literatura. De esa forma, los libros
de texto diseñan ejercicios prácticos: a) preguntas de comprensión de textos literarios o ejercicios
de comentario de texto dirigido para el estudio de la Literatura e igualmente,
preguntas para comprobar que se han asimilado sobre historia de la Literatura y
recursos literarios; y b) ejercicios de ortografía y gramática para estudiar la
Lengua.
Forman parte del estudio de la
Lengua y también de la Literatura la creación de textos, es decir, las
redacciones: para el desarrollo de la expresión escrita se diseñan ejercicios
de composición de textos, de carácter literario o no literario. El estudio de
la literatura en la enseñanza Primaria se reduce a la lectura de textos
literarios y al conocimiento somero de algunos autores. La didáctica de la
literatura se basa en la lectura de cuentos y de algún libro actual de
literatura infantil.
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